martes, 27 de mayo de 2008

Más de 175 artistas participarán en el III Festival de Artistas Desconocidos de Torrejón El Rubio

Más de 175 artistas participarán en el III Festival de Artistas Desconocidos que se celebrará en el municipio cacereño de Torrejón El Rubio entre los días 23 y 25 de mayo.


Así lo indicó en rueda de prensa el alcalde del municipio, Luis Miguel Vacas, acompañado por la diputada provincial de Cultura, Silvia González; el organizador del festival, Miguel José González; y la miembro del Gabinete de Iniciativa Joven Anabelle Favreau,

En su tercera edición el festival pretende 'revitalizar' el municipio, ubicado en la denominada 'entrada sur' al Parque Nacional de Monfragüe, así como lograr una 'agradable convivencia' entre los artistas que participan, señaló el edil.

Para ello, contarán con teatro, actividades para jóvenes, títeres para niños, danza y música clásica, entre otros, de forma que se demuestre que 'con ilusión, humildad y trabajo se pueden hacer cosas originales y buenas, aunque con poco presupuesto', aseguró el organizador.

Con la intención de demostrar que 'hay más artistas jóvenes que los que bailan hip hop o tocan en un grupo de rock', el certamen contará con la participación del grupo Schubert Canon de la Escuela Superior de Música 'Reina Sofía' y con dos grupos de Cámara del Real Conservatorio Superior de Madrid (el 'Cuarteto de Trombones Atocha' y el' Quinteto de Viento Zaramuska').

También actuará la 'Orquesta de Cuerda del Conservatorio regional de Évora-Eborae Música', así como la Agrupación de Tamborileros del Norte de Extremadura y los integrantes del 'Circuito Música Injuve'.

Del apartado teatral se encargará la compañía 'La Palangana' que pondrá en escena 'Mujer del Siglo XXI' y los títeres didácticos de 'Los piratas y su barco la cultura' a cargo del Conservatorio de Madrid.

Por último, el festival cerrará sus puertas con una 'espectacular' Gala de Danza, de la mano del Real Conservatorio Profesional de Música 'Marienma'.


Europa Press

El área de influencia de Monfragüe tendrá este año más de 470.000 euros de ayuda

Extremadura al Día

El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura aprobó el pasado viernes la convocatoria de ayudas que destinarán este año al área de influencia del Parque Nacional de Monfragüe un total de 474.117 euros.

Las subvenciones se concederán para el desarrollo de iniciativas que tiendan a la modernización de las infraestructuras urbanas, periurbanas y rurales destinadas al uso general, así como a la diversificación y mejora de los servicios prestados por la Administración Local.
Igualmente, serán subvencionables las iniciativas, ya sean públicas o privadas, destinadas a la conservación o restauración del patrimonio natural, siempre que presenten un manifiesto valor ecológico; así como aquellas dirigidas a garantizar la compatibilidad de las actividades y los usos tradicionales con la finalidad y objetivos del Parque Nacional de Monfragüe; las que contribuyan a la recuperación de la tipología constructiva tradicional de demostrado valor histórico-artístico o cultural, y las relacionadas con la prestación de servicios de atención a visitantes y la comercialización de productos artesanales, entre otras.

La cuantía máxima a percibir por cada proyecto oscilará entre 60.000 y 200.000 euros y podrán ser beneficiarios tanto las entidades locales y ayuntamientos, como particulares, empresarios y asociaciones sin ánimo de lucro.

Estas subvenciones en el área de influencia socioeconómica del Parque Nacional de Monfragüe, que se adoptan con la finalidad de promover el desarrollo sostenible de estas zonas y contribuir a la conservación de los valores culturales y los modos de vida tradicional compatibles con su conservación, así como a la divulgación de los valores naturales de Monfragüe, se enmarcan en un Plan Estratégico que se desarrollará durante 10 años, con una inversión de 13.546.210 euros.

Cáceres, vista desde Ibiza

Una expedición de estudiantes ibicencos visita la ciudad tras realizar un trabajo sobre el Parque Nacional de Monfragüe


NI José Carayol ni el resto de sus compañeros de clase conocían Cáceres. Nunca habían estado en Extremadura. Hasta ahora. José es uno de los estudiantes de Secundaria que integran la expedición ibicenca que estos días está de visita por la ciudad. Este grupo de chavales ha ganado la fase local del concurso convocado por el grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad dirigido a alumnos de Educación Secundaria. Su trabajo sobre el Parque Nacional de Monfragüe ha sido elegido por el jurado como el mejor trabajo presentado por estudiantes de Ibiza.

Y ahora José y sus compañeros disfrutan del premio: pasar cuatro días en Cáceres con todos los gastos pagados. Tiempo suficiente para coger el pulso a la ciudad, abrir bien los ojos, hacer comparaciones y romper tópicos. «Cáceres es bastante diferente a Ibiza. Tiene diferente clima y diferente vegetación. No hay playas, es evidente. También se aprecia mucho la diferencia por las noches, en Ibiza suele haber más movimiento. Esto no es desértico, pero no está tan habitado como Ibiza», detalla el estudiante del IES Santa María, el instituto al que pertenece la expedición ibicenca.

El concejal de Educación de Cáceres, Manuel Lucas, se encargó de dar ayer la bienvenida oficial a los chavales en el salón de plenos del Ayuntamiento. «En Cáceres somos 90.000 habitantes, lo que ocurre es que la extensión del término municipal es de 1.768 kilómetros cuadrados», uno de los más grandes de todo el país, apuntó el edil. Nada que ver con el término municipal de Ibiza. «Allí la densidad de población es mucho mayor porque sólo tenemos diez kilómetros cuadrados», añadió Irantzu Fernández, concejala de Educación en Ibiza, que acompaña a los jóvenes durante el viaje.

Durante su estancia en Cáceres, los alumnos del IES Santa María han paseado por la Ciudad Monumental, se han acercado a la cueva de Maltravieso y se han dejado sorprender por el arte de Vostell. El museo enclavado en Los Barruecos ha sido, reconoce José, lo que más les ha impactado. «Nos ha gustado bastante por sus fondos de arte contemporáneo y nos han llamado mucho la atención los pensamientos de Vostell y sus obras», dice Carayol.

José y sus compañeros de clase han estado acompañados por los 14 alumnos del IES El Brocense que, como ellos, también han ganado la fase local del concurso convocado por el grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad. El trabajo que los estudiantes del profesor Bartolomé García hicieron sobre Ibiza fue seleccionado entre los proyectos que presentaron cinco centros de la capital cacereña. Ellos viajaron a Ibiza la semana pasada y ahora les toca actuar de anfitriones.


Inspirado en un juego

El trabajo elaborado por los estudiantes de Ibiza se centra en el Parque Nacional de Monfragüe. Los chicos plantean varias rutas por el entorno natural a modo de juego de la oca. «El jugador tiene que ir salvando las especies naturales que se encuentra durante el recorrido», precisa José Carayol. Por cierto, el trabajo está hecho con materiales reciclados.

Hay que recordar que la temática del concurso, que ya va por su séptima edición, era las ciudades patrimonio y sus entornos naturales. Por eso, los estudiantes ibicencos se fijaron en Monfragüe.

No es casual que los estudiantes cacereños hayan elegido Ibiza para elaborar su trabajo y que José y sus compañeros de clase optaran por Cáceres. Así figuraba en las bases del certamen, que establecía parejas entre las ciudades que forman parte el grupo Patrimonio de la Humanidad. A Cáceres le tocó con Ibiza, a los de Mérida con Córdoba, a los de Santiago de Compostela con Ávila...

Pero la experiencia no acaba en Cáceres. Los alumnos del IES El Brocense, los del IES Santa María y los del resto de centros ganadores del concurso tienen a partir de hoy una cita en Cuenca. Los trece grupos participarán hasta el próximo domingo, día 25, en un encuentro donde cada uno expondrá ante los demás el trabajo elaborado. Será entonces cuando los alumnos de Bartolomé García hablen de Ibiza y Carlos Carayol y sus compañeros de clase cuenten su visión de Cáceres, del Parque Nacional de Monfragüe y, cómo no, del Museo Vostell.

sábado, 17 de mayo de 2008

Primaver en Monfrague






Monfrague esta en su epoca mas bella, La primavera inunda el parque lleno de flores y vida.


Si quieres conocer Monfrague este es el momento mas adecuado para conocer el parque nacional de Extremadura.

martes, 13 de mayo de 2008

Repoblacion humana en Monfrague

CARAVANA DE MUJERES. Hombres del interior de España y latinoamericanas intentan juntarse.

Monfrague vive una caravana de mujeres, en las que participan muchas inmigrantes latinoamericanas, entre ellas ecuatorianas. Se han convertido en una fórmula más para devolver la vida a los pueblos solitarios de ese país, pues muchas consiguen parejas españolas en esos viajes.

Es como si hubiera recuperado la juventud perdida por la inexorable cuenta atrás que marca el reloj biológico del ser humano. Guadalupe Jiménez se sonroja como una adolescente a la que besan por vez primera cuando habla del amor que, con 60 años a cuestas, encontró en una ‘caravana de mujeres’.

Se trata de una suerte de ‘operación Cupido’ cuyo propósito no es otro que el de llevar a un puñado de féminas sin compromiso, el grueso de ellas latinoamericanas (apenas tres ecuatorianas en este viaje), para que conozcan a los solterones de esa España profunda que se vacía por el envejecimiento de sus vecinos o el éxodo de sus jóvenes que hallaron un mejor porvenir en las grandes urbes.

El lema es una verdadera declaración de intenciones: “Amor por la repoblación rural”.

Guadalupe, viuda, madre de dos hijos y abuela de siete nietos, habla con la convicción de los enamorados. Igual que Francisco Mancilla Morales, su pareja, un hombre afincado en Agudo (Ciudad Real) que frisa la cincuentena, “poco agraciado, algo rústico pero muy sincero”, asegura ella.

Guadalupe y Francisco se conocieron el 8 de septiembre pasado, en Piedra Buena (Castilla-La Mancha). En una caravana de mujeres. El flechazo tardó en llegar. Intercambiaron teléfonos. Hablaron una y otra vez. Comenzó el galanteo y se enamoraron, por supuesto.

Guadalupe vuelve a sonreír. ¡Quién lo diría! Años atrás, corrían tiempos difíciles en la vida de esta lojana. Cayó en el pozo de la depresión y pensó en lanzarse al cauce del río Tormes a su paso por Salamanca. En estos días presume de novio y prepara maletas rumbo a Agudo, para “empezar de nuevo”.

Francisco no dudó de la decisión pese a los prejuicios de los cerca de 3.000 habitantes del poblado que no han dejado de advertirle que la ecuatoriana le durará, “como mucho”, dos meses, “hasta quitarle los ahorros” de toda una vida. Pero este es un “cariño verdadero y ella no viene a robarme nada, todo lo contrario” se apresura a decir este agricultor.

“¡Ah! ¿Te vas a vivir al pueblo y dejas Madrid?”, pregunta la quiteña María Espinosa, profesora de técnica artesanal, desde uno de los 50 asientos de un autobús que colmado de latinoamericanas arregladísimas se encamina hacia Serrradilla, una localidad de la provincia de Cáceres, en una nueva caravana de mujeres. “Pues sí”, responde tajante Guadalupe, ex modista de la cadena de almacenes El Corte Inglés.

Pero que nadie se llame a engaño. La inmigrante lojana se embarcó en una edición más de esta aventura por “diversión y ganas de hacer un poco de turismo”. Ocurre a menudo. No todas las damas que participan en la iniciativa van en busca de romance. Más de una solo quiere escapar de la asfixiante rutina, del día a día limpiando pisos, sirviendo mesas, cuidando niños o atendiendo ancianos.

“Somos solteras, separadas, viudas… trabajamos toda la semana y queremos pasar bien”, exclama la limeña Carmen Sánchez, mientras se pinta los labios de rojo carmín.

“Vengo por distraerme. Llevo ocho años en Madrid pero no soy feliz”, advierte Emma Martínez, oriunda de Quito y divorciada con cinco hijos. Sufrió maltratos por parte de su marido y no resulta extraño escucharla decir: “No quiero saber nada de hombres”.

El autocar lleno por el boca a boca, una fórmula que funciona mejor que cualquier aviso publicitario, parte hacia Serradilla a las 10:50 de un sábado de primavera desde la madrileña Glorieta de Cuatro Caminos.

Las tres horas de travesía transcurren entre cánticos y confidencias de batallas perdidas y victorias alcanzadas.

El silencio rampante que produce el paso por los caminos de vértigo que rodean el Parque Natural de Monfrague cercano al destino de esta ‘cita a ciegas’ se quiebra al llegar al centro del pueblo, al compás de las canciones de una tuna (agrupación musical que usa vestimentas antiguas e interpreta temas del folclore español).

Y ahí están ellos. Llevan trajes algo pasados de moda, un clavel en la mano, la luz en el rostro y la melancolía en la mirada. La caleña Noderis Tangarife esboza su perfil: “El hombre soltero español entrado en años ya tiene costumbres y hábitos difíciles de desterrar. Son duros, secos y actúan a la defensiva. Parece que estuvieran acostumbrados a la soledad”.

“El que es de pueblo quiere seguir en el pueblo. Yo estuve tres meses en El Toboso y me deprimí”, asegura la peruana Beatriz Pérez, mientras desciende del autobús. Entonces, ¿por qué están aquí? “Por si sale algo”, asevera Reyna Pineda, hondureña residente en la Península desde 1974.

“Igual y hay un hombre bueno. ¡Que sea lo que Dios quiera!”, insiste Elena Arango, masajista nacida en Medellín.

Transcurridos unos minutos, la voz de uno de los vecinos truena con un ¡viva los novios! y el río de almas solitarias de este pueblo de calles estrechas y casas apiñadas sale a tropel en busca de la dama más buenamoza.

Juan Carlos Realdía, atractivo bombero de 35 años, se lamenta: “Son muy mayores”. “No coincidimos mucho, nosotros somos más tímidos. Ellas, un poco más lanzadas, pero eso no es malo”, opina Antonio Cobos, divorciado con dos hijos. “Parecen animales en celo”, susurran algunas féminas.

En un salón, José Luis del Barco apura los primeros contactos: Emma, Estela, Elena… Al poco tiempo es incapaz de poner nombre a tantas caras, pero entre comilona, bailoteo y visita a los lugares emblemáticos de la localidad surge el primer beso con la colombiana Marlene Ospina.

A las 03:00 todo se queda en eso. En un beso. El medio centenar de mujeres emprende el viaje de retorno con amistades nuevas y números de teléfono apuntados en servilletas o guardados en la memoria de los celulares.

¿Noviazgos? Posiblemente surja alguno como el que un día concibieron la lojana Guadalupe Jiménez y el español Francisco Mancilla, gracias a la caravana de mujeres. “Una verdadera bendición”, dicen ellos.